"EL PRINCIPIO DE ARQUÍMEDES", es una de las obras de Magritte que se puede considerar más "convencional" ya que este pintor figurativo trataba sus temas de forma muy peculiar. Eso sí, no dejaría de ser un bodegón al uso si no fuera por esas manzanas "voladoras".
La cromática del cuadro es muy oscura y la pincelada no se aprecia. Y qué pasa cuando le dices a un peque-pintor: "Ahora te toca a tí".
Pues el resultado lo podemos disfrutar a lo grande, ya que aunque mantienen la sobriedad del conjunto, las pinceladas están llenas de vitalidad y movimiento.
Os dejo original y versiones para vuestro gusto.